Hola a todos:
Estaría bien poder deciros que solo me quede encerrada unos minutos en el laberinto y que enseguida al ver que estaba perdida volví con los demás, pero no, no fue así, pase allí dentro tres días, eso en tiempo real, yo note que esos tres días fueron horas. Iba perdida, nunca mejor dicho, buscando el despacho de Dédalo cuando noté que estaba sola,primero me entró algo de pánico pero al instante reaccioné, y tracé un plan, con un lápiz que llevaba iba pintando la pared haciendo una raya para saber por donde había ido. Caminé y caminé hasta llegar a una gran sala.
Mientras tanto, arriba en la superficie, no paraban de hablar todos a la vez.
-¡Que no está!-Gritaba Logan.
-Al final, os digo que Logan se desmaya-Decía Leo.
-Nadie se va a desmayar, callaros ya-Decía la hija de Hera.
-Solo os estáis poniendo histéricos, así no ayudáis-Gritaba la hija de Apolo.
-Pues tu tampoco es que estés ayudando, ¿se te ocurre alguna de tus maravillosas ideas?-Le decía Annabeth. La hija de Apolo apretaba los puños y la miraba furiosa.
-No se si os habéis dado cuenta que mientras discutíais se ha cerrado la entrada-Dijo Nico.
Todos se giraron.
-No,no,no...tiene que abrirse ¿como va a salir si no?-Dijo Logan.
-Llevo un martillo en el cinturón, tal vez si le pego con el se abra-Propuso Leo.
-Las ideas alocadas las dejamos las ultimas-Dijo la hija de Afrodita.
-Ahhhh....tenemos que hacer algo...-Cada vez Logan mas nervioso y preocupado le pegaba patadas a la entrada y saltaba encima de ella.
De repente el cielo se fue oscureciendo.
-Va a anochecer ya, deberíamos reunirnos con los demás, van a notar que no estamos y sospecharan-Dijo Annabeth.
-Pero tampoco podemos quedarnos sin hacer nada-Dijo la hija de Apolo.
-Pues que solo uno se quede al lado de la entrada por si se abre y aparece-Dijo Percy.
-Yo, yo me quedaré aquí, decidle a Quirón que me encuentro mal y no voy a cenar-Dijo Logan.
-Mañana por la mañana nos volvemos a ver aquí-Dijo Frank.
Esa gran sala que había encontrado estaba llena de frases en griego antiguo, habían cuatro puertas una en cada lado, como no sabía cual escoger decidí quedarme allí a ver si podía entender los escritos de la pared y me daban una pista.
Llegó la mañana. Logan estaba en el árbol mas cercano a la entrada durmiendo. Leo fue el primero en llegar y, como no, le pegó un susto a Logan para que se despertara.
-¡¡Ahhh!!-Gritó Logan
-Jajajajaja, lo siento, te la debía por lo del laberinto del otro día, por hacerme gritar jajajaja-Reía Leo-Que, ¿ha salido?.
-¿Tú crees que si hubiera salido me hubiera quedado toda la noche durmiendo en el bosque? Pues no, no ha salido-Dijo él.
Llegaron los demás. Tras pasarse todo el día mirando como intentar abrir la entrada y sin que sospechara nada Quirón, se hizo de noche.
-Hoy me quedo yo, soy su hermana-Dijo Annabeth.
-Vale, nos vemos mañana-Dijeron todos.
Tras adivinar que había en la pared de la gran sala fui corriendo a una de las puertas para salir de allí, el techo se estaba derrumbando, seguí con el plan que anteriormente estaba utilizando, hasta que llegue a una calle sin salida, cuando me fui a dar la vuelta, también había pared, me había quedado encerrada.
Llegó la mañana siguiente.
-Nada, ¿verdad?-Dijo la hija de Afrodita.
-Nada-Dijo Annabeth.
-Habrá que seguir intentando de alguna manera abrir...-Dijo la hija de Apolo.
-No, no deberíamos seguir intentándolo-La interrumpió Hazel-Estoy intentando notar su presencia por el suelo subterráneo pero debe estar muy lejos porque no la percibo.
-Yo tampoco percibo nada-Dijo Nico.
-Deberíamos esperar a ver si consigue salir-Dijo Annabeth.
-¡¿En serio estáis diciendo que la dejemos allí abajo?!-Gritó Logan.
-No, a ver, nosotros seguiremos investigando pero no hace falta que nos pasemos todo el día aquí-Dijo Annabeth.
-Pero, un así, sería como estar abandonándola, tenemos que estar siempre atentos-Dijo la hija de Apolo.
-Yo opino lo mismo-Dijo Logan, a la vez que la hija de Afrodita, la hija de Hera y Leo.
-Bueno, vosotros quedaos, seguiremos investigando, estaremos en el Bunker 9-Dijo Frank.
Cayó la noche.
-Vayámonos, por la noche no hace falta que estemos aquí, van a sospechar ademas-Dijo la hija de Hera.
-Llevas razón-Dijo la hija de Afrodita.
-YO-NO-ME-VOY- Dijo la hija de Apolo-Me quedo aquí hasta que aparezca.
-No puedes pasarte aquí el resto de los días esperando que aparezca-Dijo Leo.
-¿Como que no? Mirar-Dijo ella y empezó a escalar el árbol mas próximo, se sentó en una de sus ramas y sacó un libro de su mochila.
-Veis, me quedo aquí con mi libro esperando y tan a gusto que estoy-Dijo ella.
-Madre mía, que loca estas-Dijo la hija de Hera.
-Por eso me gusta tanto-Dijo Leo mirando fijamente a la hija de Apolo.
-Marchaos ya- Dijo ella.
Todos se fueron y solo se quedó la hija de Apolo subida en un árbol leyendo su libro.
Del techo me caía polvo, no sabía que hacer ni como salir, desesperada empecé a gritar ayuda y pegar a las paredes, al suelo y al techo, cuando le pegué al techo, mas polvo cayó, seguí dándole, hasta que el techo se convirtió en una fila de ladrillos un poco separados entre si, por los cuales a través de esos agujeros se podía ver el exterior, empecé a pegarle codazos, llevaba el brazo hinchado y rojo, seguramente se me hubiera roto de tanto golpe, hasta que al fin todos los ladrillos cayeron, después de quitármelos de encima, conseguí salir fuera.
Estaba amaneciendo, me di la vuelta y lo primero que vi fue a la hija de Apolo subida a un árbol leyendo.
-Te gusta mucho subirte a los árboles y leer, no entiendo porque no puedes leer como una persona normal-Dije yo agotada.
-Pues porque como tu has dicho, no soy una persona normal, espera....-Reaccionó la hija de Apolo-¡Que has salido!¡Que estas aquí!.
-Si, bueno, estaba contando el tiempo en el que te dabas cuenta-Dije yo.
-Hay que decírselo a los demás, rápido vamos-Dijo la hija de Apolo que de un salto bajó del árbol.
-Espera, me duele mucho el brazo, creo que me lo he roto, ademas hay una cosa muy importante que he visto allí abajo-Dije yo.
-¿Has encontrado el despacho de Dédalo?-Preguntó la hija de Apolo.
-No, por desgracia, pero he encontrado...una nueva profecía-Dije yo.
Y se hizo el silencio.
Fin
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