domingo, 1 de febrero de 2015

Capitulo 26:Refeljos,Parte 3

Hola a todos semidioses y semidiosas:
Cuando los chicos llegaron, Silena y Luke seguían reflejados en las estalactitas, y pasaban de unas a otras como si nada. Excepto Nico, ninguno de nosotros los habíamos conocido en persona, solo sabíamos de ellos por las tantas y tantas historias que se contaban en el campamento.
-¡Ninfas de hielo!- Gritaron Will y Sam al unísono haciendo que todos nos extrañáramos.
-Mmm...¿ninfas?- Dijo Leo pensativo, acercándose al hielo para tocarlo.
-Eyyy tío ¡no toques, que eso quema!- Se quejó Luke, después de que Leo derritiera sin querer la mitad de la estalactita en la que estaba.
-Y no somos "ninfas de hielo", yo soy Silena; hija de Afrodita y el es Luke; hijo de Hermes.-Informó la chica.
La hija de Hera iba comentar algo cuando se vio interrumpida por Cerditillo; que saltó de la mochila y empezó a correr por el suelo helado, resbalando a cada paso que daba. Habría sido una escena graciosa si no lo hubiéramos perdido de vista. Se escucharon algunos comentarios como "Cerditillo estúpido" o " a esta no sobrevive". Todos corrimos tras él, incluso Luke y Silena, que se reían cada vez que nos caíamos.
Después de seguirlo a trompicones, Cerditillo se paró delante de una puerta, en medio de la nada.
-Esta puerta me suena...es como la del Búnker 9.- Acertó a decir la hija de Apolo.
-Pero esta es de Némesis, la diosa de la venganza. Tal vez sea una trampa.- Añadí yo.
-Y de todas formas,no se como entraríamos, no tiene cerradura.- Terminó diciendo la hija de Afrodita.
Luke y Silena se habían quedado más atrás porque el camino de estalactitas se había terminado. Les gritamos preguntándole si sabían algo de la puerta y ellos contestaron que había aparecido cuando nosotros llegamos. Al comprender que la puerta había aparecido por nuestra culpa, la hija de Hera empezó a revisarla de arriba a abajo y sin querer, tocó uno de los signos de Némesis que había grabado en la puerta y se introdujo dentro de la puerta. Rápidamente todos la imitamos. El último en tocar el signo fue Logan. y cuando se introdujo, apareció una cerradura. Al momento se acercó a mi,  cogió una horquilla de mi pelo e intentó abrir la puerta. Cedió con un ruido muy extraño.
Al pasar a través de ella nos encontramos en una sala con  numerosos pedestales de piedra; tantos como el número de dioses del Olimpo que hay. Encima de cada uno flotaba el mismo signo que aparece cuando reconocen a un semidiós.
Al principio estábamos todos en el centro de la sala pero después nos dispersamos, cada uno hacia el pedestal de su padre o madre, excepto Sam y Will, que se quedaron apartados.
Nos pusimos delante de ellos y se oyó decir a la hija de Afrodita:
-Hola, soy la hija de Afrodita.- dijo a su signo.
-Pero...¿no deberías decir tu nombre?.-Preguntó Leo.
-Recordad que puede ser una trampa...- Intenté repetir de nuevo, cuando Logan empezó a presentarse en su pedestal. 
De repente se desmayó. Pasaron varios minutos hasta que volvió en sí y aún conmocionado empezamos a hacerle preguntas.  De tanto agobio pegó un grito y lo soltó todo de golpe, dijo lo esencial, pero lo demás, según él, era íntimo.
-Era una visión...te hace recapacitar mucho. Pero vosotros tenéis la opción de hacerlo si queréis, Yo lo hice sin querer, pero no me arrepiento.- Acabó mirando al suelo.
Nos miramos entre nosotros y acordamos entrar todos.
Esto fue lo que vimos nosotras:
La hija de Hera descubrió que conocía a Zeus más que muchos de nosotros, tanto, que había vivido gran parte de su vida en el Olimpo. Ya os iremos contando la historia.
Mi visión fue que yo estaba en la buhardilla de mi cabaña, leyendo sola y por  la ventana se veían a todos mis amigos divirtiéndose y, entendí que realmente no se tantas cosas de ellos, ni si quiera de mi novio, así que decidí que tengo que pasar más tiempo con ellos.
La hija de Apolo se vio a ella en el futuro sentada con todos en el comedor pero ella solo se fijaba en Leo, que parecía mas triste desde que lo conoció, ya no bromeaba y sonreía como antes, por eso se juró ayudarle siempre o por lo menos lo intentaría.
La hija de Afrodita también tuvo una visión pero se negó a contarla.
Nuestras visiones solo las sabíamos nosotras porque cuando volvimos al grupo, solamente compartimos un poco de ellas excepto Nico y la hija de Afrodita que no dijeron nada.
Al momento, tras  varias miradas y algunas deducciones, entendimos que esto debía de ser el verso de la profecía que decía "conocerán su interior", pero todavía quedaba un ultimo reto, todos lo sabíamos, esto así no podía terminar, los caídos todavía no habían dicho nada.

                                                  Fin