Capitulo 4:Día completo

Hola semidioses/as:
Hoy hemos tenido un día super ocupado, parecía que iba a ser un día normal, como siempre una par de clases de espada y luego clases de griego clásico dadas por Annabeth, pero empecemos desde el principio: la hija de Afrodita quedó conmigo para ir juntas a las clases de espada, y allí nos encontraríamos con la hija de Apolo, la de Hera y los demás. El caso es que mientras entrenábamos como siempre, Clarisse nos estaba molestando y burlándose de nosotras diciendo que ella era mejor, cogimos un enfado mas grande, que "sin querer" la hija de Hera le golpeó en la cara a Clarisse. Quiron nos pilló nosotras, que intentábamos defender a la hija de Hera, pero lo único que conseguimos, fue que nos mandaran a las cuatro a limpiar baños. Al salir del castigo Clarisse seguía burlándose, y para demostrar quien era mejor, hicimos una carrera de carros. El señor D, que pasaba por allí, nos escucho y pensó que la carrera se haría para todo el campamento, así que al final se convirtió en una actividad voluntaria del día, y, como no, apareció todo el campamento. Ya era la hora de la carrera, íbamos todos muy empatados y el equipo de Ares no paraba de hacer trampas, hasta que el equipo de Afrodita le rompió el carro y ambos equipos quedaron descalificados, pero la hija de Afrodita estaba contenta, por que había sacrificado su oportunidad por nosotras, todo lo contrario de Clarisse.
Al final empataron el equipo de Apolo y el de Poseidon, en segundo puesto mi equipo, el de Atenea y en tercer lugar el de Hera. Al terminar de recoger todo, nos fuimos las cuatro juntas, nos dieron las notas de un examen que hicimos, yo (como siempre) un 10, la hija de Apolo un 7, la hija de Afrodita 9 (por que me pidió ayuda para estudiar) y la hija de Hera un 8.
Al terminar el día, nos sentamos al rededor de la hoguera para cenar, los hijos de Apolo se pusieron a recitar Haikus y a cantar, las de Afrodita no pararon de hablar, la hija de Hera a contemplar contemplaba las estrellas con los hijos de Deméter y los de Atenea a intercambiarse libros.
Y ya lo único que podíamos hacer, después de este día, fue descansar.
                                 
                                     Fin