domingo, 23 de noviembre de 2014

Capitulo 24:Reflejos,Parte 1

Hola mestizos:
Todos nos quedamos de piedra, ¿se iba a cumplir otra gran profecía sin haber pasado un año?. Antes de dejar entrar a los mortales llamamos a Quirón y al Señor D a los que se le reunieron otros campistas.
-¿Qué esta pasando aquí?-Pregunto el centauro.
-Recuerdas que necesitábamos la pruebas para realizar la profecía? Aquí hay dos-Respondió la hija de Afrodita.
-En ese caso pueden...
-¡¿Qué?!¿En serio os creéis que justo después de hablar, hayan llegado esos dos?Seguro que les han dicho que vengan. Lo habrán hecho para ser ellas las que vayan en la misión de la profecía.-Le interrumpió Drew.
Quirón se quedo pensativo pero la embrujahabla de Drew no consiguió convencerlo y nos dejó hablar con los mortales. En unos minutos ya estábamos con ellos, que se presentaron como Will y Sam, parecían algo más mayores que nosotras, Will tenía el pelo corto y negro, en la cara tenía mucho acné y unos ojos muy pequeños, era más bajo que Sam, este al contrario era alto y fuerte, y vestía de color lila. Tras contarles la típica historia de los antiguos dioses griegos y semidioses, parecían menos desorientados de lo que estuvimos algunos de nosotros en su momento.
-¡Como mola!-Gritaron al unísono.
-Tened en cuenta que sois de los pocos mortales que sabéis esto, nadie puede saber nada-Dijo la hija de Hera.
-Tranquila, aun que lo dijéramos nadie nos creería-Dijo Sam.
-Bueno y...¿cómo habéis llegado hasta aquí?-Preguntó la hija de Apolo.
-Es algo extraño...-Dijo Will.
-Lo que vosotros llamáis extraño para nosotros es nuestro día a día-Respondió la hija de Afrodita.
-Básicamente...algo nos atrajo-Dijo Sam-Como una especie de luz...
-Debe ser algo parecido a lo que nos pasa cuando nos reconocen los dioses, cuando se nos aparece el signo del dios o diosa encima de nuestra cabeza brillando, algo debió de ser esa luz, sin duda sois los mortales de la profecía, la señales son claras aun que los demás no lo quieran ver-Dije yo.
-Y...¿qué hacemos ahora?-Preguntó Will.
-Supongo que ir a hablar con Quirón y el Señor D-Respondió la hija de Hera.
Todos se sorprendieron cuando vieron que dos mortales entraban en el Campamento. Estuvimos hablando mucho tiempo en la Casa Grande también hablamos con Rachel, otra mortal que era nuestro oráculo, les dio un par de consejos a Will y Sam y nos intentó ayudar a descifrar la profecía.
-Lo primero de todo es que se necesita un equipo, como dice la misma profecía-Dijo el Señor D.
-Los dos mortales Will y Sam, las cuatro semidiosas creo...creo que podríais ser vosotras cuatro, sois las que empezaron con todo esto, y los tres semidioses...-Dijo Quirón.
Casualmente Leo pasaba por allí y a la hija de Apolo se le ocurrió una idea.
-Uno de ellos podría ser Leo-Propuso la hija de Apolo.
Este lo oyó e inmediatamente fue para allá.
-¿Pero tu no me oíste el otro día cuando dije que no quería ir a otra profecía?-Le preguntó.
-Ehh...no....no me acuerdo, pero aun así, eres de los más indicados, ademas también bajaste con nosotras al laberinto-Dijo la hija de Apolo.
-Con esas mismas también puede venir Logan-Propuse yo.
-Si va Logan yo quiero que vaya Nico-Dijo la hija de Afrodita.
-A ver, a ver...esto no se decide así como así, no podéis decir "yo quiero que vaya..." porque con ese mismo derecho podría ir cualquier otro-Dijo Quirón- pero como Leo, Logan y Nico también bajaron al laberinto, si creéis que son buenos para la misión y ellos aceptan, ese será vuestro equipo.
Todos miramos a Leo y por fin dijo que si, en seguida llamamos a los demás que dudosamente aceptaron. Ya formado nuestro equipo buscamos en el desván información. Estuvimos removiendo todo en busca de alguna pista, Rachel se enfadó por que estábamos desordenandolo todo, hasta que Will cogió un pañuelo mojado que parecía tener dentro un hielo que se derretía, al tocar el hielo Sam y Will, este proyectó una imagen de una cueva de hielo con estalactitas y en medio una luz.
-Es la misma luz que nos atrajo hasta aquí...-Dijo Will.
-Entonces es allí donde debemos ir-Dije yo.
-Pero...¿como sabemos donde esta?-Preguntó la hija de Hera.
El hielo empezó a moverse, tenía una punta afilada como la de una brújula lo que supuestamente significara que nos indicaba el camino. Cuando los mortales dejaban de tocarlo el hielo paraba de moverse. Ya teníamos destino. Estuvimos un par de días preparando todo y al final fuimos a la puerta del Campamento Mestizo para irnos, de repente cuando los mortales iban a cruzar la barrera, al tocarla, se les volvió a aparecer la imagen de la cueva de hielo pero más grande, ahora se podían ver mas detalles que nos dejaron alucinados. Con esa imagen en la cabeza, nos pusimos en marcha.

                           Fin

2 comentarios:

  1. Buen trabajo Semidiosa, ánimo y a por el Olimpo de las artes, continua con tus fantásticas aventuras ;)

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  2. Muchas gracias por el apoyo, sienta bien que alguien nos lea, ya que somos cuatro semidiosas :)

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